América Latina y el Caribe recaudan cerca de 13 puntos menos que la OCDE. Según experto, para corregir esto es imprescindible una reforma tributaria estructural que ataque la desigualdad, promueva la producción nacional y garantice la transparencia.
La presión tributaria en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se ubica en torno al 34% del producto, en América Latina esta llega al 21,7% del PIB, casi 13 puntos porcentuales menos de ingresos para llevar adelante políticas públicas.
Además, cuando se quitan Argentina, Brasil y Uruguay, el promedio baja aún más, por lo que la región recauda poco. No es suficiente para países que además tienen altos niveles de deuda, lo cual se incrementó tras la pandemia. Esta situación en la región sugiere la necesidad de una reforma tributaria que reduzca estas problemáticas.
Más Colombia habló con el experto del Comité de Naciones Unidas en Tributación a la Riqueza, Pablo Ferreri sobre el caso uruguayo, tras la reformas tributaria de los gobiernos del Frente Amplio.
Ferreri es Contador Público con Máster en Derecho Tributario por la Universidad de Montevideo, ex-Subsecretario de Economía y Finanzas de Uruguay y ex-Director General de Rentas de la Dirección General Impositiva. Anteriormente fue Presidente del Centro Interamericano de Administraciones Tributarias.
Reforma tributaria en Uruguay: ¿cómo logró mejorar su recaudo y reducir la desigualdad?
En el caso de Uruguay desde 2005 la reforma tributaria introdujo el impuesto a la renta, se eliminaron regímenes de beneficios que no generaban incentivos adecuados a la economía, se redujo la carga de los impuestos a las rentas, como los impuestos a las ventas para tener un sistema más equilibrado. Además, el gasto público se enfocó en aquellos que más lo necesitaban.
Esto permitió avanzar y potenciar el crecimiento de la economía, a pesar de las voces que decían lo contrario con amenazas de bajo crecimiento, alto desempleo y desinversión.
Antes, el cobro de impuestos aumentaba la desigualdad, como es el caso de Honduras actualmente. Luego de estas reformas el cobro de impuestos permitió la reducción de las desigualdades. En 2004 la pobreza era del 40%, luego de las reformas, tras una década, la pobreza se redujo al 10%.
Uruguay tuvo que corregir temas de transparencia internacional en materia tributaria, pues era visto como un país con algunos rasgos de paraíso fiscal, eso hacía que algunos capitales de origen dudoso llegaran al país para no pagar impuestos. La reforma corrigió estas cuestiones y mejoró la imagen del país en el mundo y su inserción en los mercados internacionales.
En las últimas comunicaciones que la OCDE ha enviado a Centroamérica se ponen en la mira los regímenes que promueven la opacidad en la naturaleza y origen de las inversiones.
¿Qué hacer con la informalidad y las microempresas?
Parte de los objetivos que se persiguen en un sistema tributario tienen que ver con la eficiencia, es decir, que se puedan gestionar de la manera más eficiente posible. Por eso también a veces consolidar regímenes tributarios o tasas o formas de cumplimientos y evitar la dispersión es algo que puede ser razonable.
En Uruguay, en su momento se fijó un monotributo que para las empresas pequeñas simplificó mucho el costo de cumplimiento. Pero además para la administración tributaria simplificó el control de una base amplia de contribuyentes, que por ser pequeñas y en muchos casos tener dificultades de funcionamiento o de costos de cumplimiento era más sencillo ponerlos en esa categoría unificada, por lo que va en el principio de la eficiencia.
Tomado de: Más Colombia